TEORIA
DEL TODO
Por Kurt
Schleicher
Comparto
con vosotros este tocho que he ido preparando en estos días, movido quizás por
la parafernalia que le han dado recientemente los medios a ciertas noticias
científicas (por ejemplo, neutrino más
rápido que la luz & la física que se hunde o tras la confirmación de la localización de una
nueva partícula que tiene todas las trazas de ser el bosón de Higgs, ansiada
pieza del rompecabezas y que seguro que más de uno por ahí debe de confundir
con el bolsón de Frodo del “señor de
los anillos”). Las aguas parece que vuelven a su cauce, pero todavía colea lo
de la “partícula de Dios” y algunos
deben de pensar como Lord Kelvin a finales del siglo XIX, que “ya no queda
mucho por descubrir en Física y que estamos llegando al final”, incluso a
comprender cómo hizo Dios al mundo, vana presunción.
La otra razón es que
me gusta desmitificar y simplificar, probablemente para entenderlo mejor, y eso
de las teorías de la relatividad, la mecánica cuántica o la teoría de cuerdas
tan de moda me ha estado llamando la atención últimamente y me dije que, igual
que preguntaba Woody Allen en su película “Todo lo que usted siempre quiso saber sobre el sexo (pero nunca se atrevió a preguntar)” se podría aplicar igualmente a la cosmología. Hay muchos libros
por ahí sobre el tema, te pones a leer y tienes la impresión que estás
mordiendo una sandía y pretendiendo comértela sin abrirla. Me dije que valía la
pena arañar un poco en la superficie y esto es lo que me ha salido.
Al final del artículo hay una serie de
definiciones “a mi manera” que me parecieron pertinentes añadir, con el mismo
ánimo de simplificación conceptual y sin meterme en honduras. También añado un
par de reflexiones filosóficas que probablemente levanten alguna polémica…
¿Qué es la Tª del Todo?
Pues una teoría que debería poder unificar y explicar a través de un
modelo simple de teorías todas las interacciones fundamentales de la naturaleza
y capaz
también de explicar todo nuestro entorno cercano y lejano, microcosmos y macrocosmos,
a la vez que ser capaz de unificar en una sola todas las diferentes teorías que
han ido surgiendo históricamente al respecto -unas comprobadas y otras todavía
no- de forma que se encuentre un nexo común comprobado entre todas, incluyendo
el origen y la evolución del Universo/s, cómo es, su pasado histórico y su
futuro probable.
Es algo tan ambicioso que hasta se ha
cuestionado la posibilidad de que algún lejano día esto pudiera ser realmente posible,
pero en cualquier caso constituye un objetivo de la Ciencia. Suponiendo que
llegásemos a conseguirlo, no sería el final de la misma, sino el comienzo de la
historia de verdad; entretanto, nos estaremos moviendo realmente en la
prehistoria de la Ciencia. Queda, pues, mucho camino por delante, sobre todo
observando la cantidad de interrogantes y contradicciones todavía existentes.
El camino habitual es dotar a la teoría de un modelo o modelos
matemáticos que funcionarán más o menos bien y tratar de establecer
comprobaciones empíricas que los validen. La mayoría de estos modelos están
todavía muy cojos o les falta la comprobación empírica. Muchos de ellos, sin
embargo, funcionan mejor de lo que se creía, pasando de ser meras teorías a
algo verificado, como por ejemplo los agujeros negros, predichos
matemáticamente y hoy verificados. No
seamos pesimistas, pues aunque es cierto que con el tiempo vamos sabiendo más,
también nos surgen a la vez nuevas interrogantes, que hacen que esto proceso
pudiera ser relativamente divergente; en tal caso, no se podría llegar a
disponer nunca de una “Teoría del Todo” cerrada.
Primero se llamó “Teoría del campo unificado” (por Einstein) o teoría
superior que englobase a la teoría de la relatividad y la teoría cuántica sin
requerir probabilidades, pero no lo logró.- Hoy la candidata mejor situada es
la Teoría de Cuerdas o, mejor aún,
la Teoría “M”, más específica.- La
primera se basa en que la materia se compone de pequeñísimas cuerdas, que al
vibrar de una u otra forma dan lugar a las diversas partículas subatómicas. Se
caracteriza por ser capaz de combinar la gravedad con la teoría cuántica, pero
sólo es matemáticamente coherente con 10 dimensiones.- Se llama así por varios posibles motivos:
Teoría del Misterio, Teoría Madre (como la «Madre de todas las
Teorías»), Teoría de la Membrana (ya que, sea lo que sea, las membranas
parecen ser parte de la historia) o Teoría Matriz.
La
Teoría “M” es una versión actualizada de ésta en un hiperespacio de 11
dimensiones, donde pueden existir hasta dos-branas
y cinco-branas ( ver1). Las 2-branas pueden
aparecer en forma de toroide o de lazo (que se puede a su vez extender formando
un cilindro a modo de lazo bidimensional extendido a otra dimensión en el
espacio para cada instante del tiempo), dando lugar a dos tipos distintos. La
teoría M puede ser reducida de cinco maneras a diez dimensiones, dándonos así
las cinco teorías de supercuerdas conocidas (cuerda abierta, lazo extendido,
toroide, heterótica y heterótica-E) que ahora se ha revelado que son la misma
teoría, pero manteniendo la teoría de la supergravedad (ver
6) para la undécima. Una dimensión es realmente algo más que la
localización de un punto en un lugar del espacio-tiempo; para localizarlo
completamente hacen falta estas dimensiones adicionales, que, como no las vemos,
siempre se han supuesto que están enrolladas y/o son casi infinitamente
pequeñas, cosa que para algunos no resulta muy satisfactorio y se abre ahora el
melón de que puedan ser infinitamente grandes. Las ecuaciones completas de la
teoría M son aún desconocidas, pero con lo que hay parece que podrá explicarse
por qué la gravedad es una fuerza mucho menor que las demás del universo - (ver 2), acercándonos a una explicación global de
todas ellas en conjunto, pues el famoso modelo estándar solamente explica estas
tres fuerzas, la electromagnética, la nuclear débil y la nuclear fuerte, y deja
fuera la de la gravedad.
Según la teoría de cuerdas, si tuviéramos un
supermicroscopio que pudiera ver el corazón de un electrón, veríamos que no se
trata en absoluto de una partícula puntual, sino de una pequeña cuerda
vibrante. Sólo parece ser una partícula puntual porque nuestros instrumentos
son demasiado rudimentarios. (La cuerda puede llegar a ser extremadamente
pequeña y medir cerca de la longitud de Planck de 10 elevado a -33). Esta
pequeña cuerda, a su vez, vibra a diferentes frecuencias y resonancias. Si
punteáramos esta cuerda vibradora, cambiaría de forma y se convertiría en otra
partícula subatómica, como un quark. Si la volvemos a puntear, se convierte en
un neutrino. De este modo, podemos explicar la tormenta de partículas
subatómicas como algo parecido a diferentes notas musicales en la cuerda. Ahora
podríamos reemplazar los cientos de partículas subatómicas vistas en el
laboratorio por un solo objeto, la cuerda vibrante. Más simple.
Tal vez la mayor ventaja de la teoría M sobre la teoría de cuerdas es
que estas dimensiones superiores, en lugar de ser bastante pequeñas, en
realidad pueden ser bastante grandes e incluso observables en el laboratorio.
En la teoría de cuerdas, seis de las dimensiones superiores debieran ser convertidas
en una pequeña “bola” (una multiplicidad de Calabi-Yau), demasiado pequeña para
ser observada con los instrumentos de hoy en día. La teoría M también
presenta membranas; es posible ver todo nuestro universo como una membrana
flotando en un universo mucho más grande. Como resultado, no todas estas
dimensiones superiores tienen que ser convertidas en bolas. Algunas de ellas,
en realidad, pueden ser inmensas, de extensión infinita. Una física que ha
intentado explotar esta nueva imagen del universo es Lisa Randall, que estudia
la idea de que, si el universo es realmente una “tresbrana” flotando en el
espacio superdimensional, tal vez esto explique por qué la gravedad es tan
débil comparada con las otras tres fuerzas, o vice-versa, que en otra dimensión
la gravedad fuese más notoria.
Formación
y futuro del Universo
Vamos a partir de suponer que la
Teoría del “Big-Bang” sea la más aproximada a la realidad, como parece
admitirse por la comunidad científica. De las observaciones efectuadas, se
produjo hace 13,7 billones de años de una singularidad “infinitamente” densa,
seguido de una rapidísima inflación atenuada por la formación de las primeras
galaxias, estrellas y constelaciones y continuando después por una expansión
acelerada.
Una derivación de esta teoría es la de universo inflacionario, que es
la que más “puntos” tiene hoy en día basado en observaciones del satélite WMAP
y las mediciones efectuadas en los confines del universo conocido; la
diferencia con el big bang clásico es
que éste se limita al universo visible.
En la primera billonésima de una
billonésima de segundo, una misteriosa fuerza antigravitatoria hizo que el
universo se expandiera con más rapidez de lo que se pensaba en un principio. El
periodo inflacionario fue inimaginablemente explosivo y el universo se expandió
con mucha más rapidez que la velocidad de la luz. (Eso no viola el principio de
Einstein de que nada puede viajar más rápido que la luz, porque es el espacio
vacío el que se expande). En una fracción de segundo, el universo se expandió
por un factor inimaginable de 10 elevado a 10. Para visualizar la potencia de
este periodo inflacionario, imaginemos un globo que se infla rápidamente, con
las galaxias pintadas en la superficie. El universo que vemos poblado de
estrellas y galaxias se encuentra en la superficie de este globo, más que en su
interior. Ahora dibujemos un círculo microscópico en la superficie del globo.
Este pequeño círculo representa el universo visible, todo lo que podemos ver
con nuestros telescopios. (En comparación, si todo el universo visible fuera
tan pequeño como una partícula subatómica, el universo real sería mucho más
grande que el universo visible que vemos a nuestro alrededor.) Dicho de otro
modo, la expansión inflacionaria fue tan intensa que hay regiones enteras del
universo más allá de nuestro universo visible que siempre estarán fuera de
nuestro alcance. En realidad, la inflación fue tan enorme que cerca de nosotros
el globo parece plano, un hecho que
ha sido verificado experimentalmente por el satélite WMAP (sonda de la NASA,
con resultados desde 2006). Del mismo modo que la Tierra nos parece plana
debido a nuestra pequeñez comparados con el radio de la Tierra, el universo parece
plano sólo porque está curvado a una escala mucho más grande. Partiendo de la
base de que el universo se vio sometido a este proceso de inflación, “casi”
podemos explicar muchos de los enigmas del universo, como por qué parece ser
plano y uniforme.
El universo inflacionario, aunque coherente con los datos del satélite
WMAP, no responde todavía a la pregunta de qué causó la inflación. ¿Qué puso en
marcha esta fuerza antigravitatoria que infló el universo? Hay más de cincuenta
propuestas para explicar qué puso en marcha la inflación y qué fue lo que le
puso fin, creando el universo que vemos a nuestro alrededor, pero no hay un
consenso universal. La mayoría de los físicos coinciden en la idea central de
un rápido periodo inflacionario, pero no hay propuestas definitivas sobre cuál
es el “motor”de la inflación. Como nadie sabe exactamente cómo empezó ésta,
siempre existe la posibilidad de que pueda producirse otra vez el mismo
mecanismo y que las explosiones inflacionarias puedan ocurrir repetidamente.
Ésta es la idea que propone el físico ruso Andrei Linde: fuera cual fuese el mecanismo que hizo
que parte del universo se inflara súbitamente, sigue en funcionamiento,
causando quizás aleatoriamente que también se inflen otras regiones distantes
del universo.
Según esta teoría, un pequeño pedazo de universo puede inflarse súbitamente y
«echar brotes», haciendo que surja un universo «hijo» o «bebé», que a su vez
puede hacer que brote otro universo recién nacido, y así sucesivamente.
Imaginemos que soplamos burbujas de jabón en el aire. Si soplamos con la fuerza
suficiente, vemos que algunas de las burbujas se parten por la mitad y generan
nuevas burbujas. Del mismo modo, los universos pueden estar dando a luz
continuamente nuevos universos. En este panorama, pueden estar ocurriendo big bangs continuamente. Si es así,
puede ser que vivamos en un mar de universos, en una especie de burbuja
flotando en un océano de otras burbujas. En realidad, una palabra mejor que
«universo» sería «multiverso» o
«megaverso». Linde da a esta teoría el nombre de inflación eterna
autorreproducida o «inflación caótica», porque prevé un proceso interminable de
inflación continua de universos paralelos.
Cada vez hay más pruebas teóricas
para sostener la existencia de un multiverso del que siguen brotando o saliendo
otros universos como retoños. Si es así, se unificarían dos de las grandes
mitologías religiosas, el Génesis y el Nirvana: el Génesis tendría lugar
continuamente dentro de la estructura del Nirvana intemporal.
Esta teoría también implica que,
en algún momento, nuestro universo puede generar su propio universo. Quizá
nuestro propio universo tuvo su principio al surgir de un universo anterior más
antiguo.
La Teoría “M” es candidata a
poder explicar incluso qué paso “antes” del Big Bang.
Asimismo es coherente con la
teoría del universo membrana, como
elemento singular plano, por encima y por debajo del cual “caben” otros muchos
universos.
La estrecha relación con la
vibración de cuerdas como generadoras de partículas nos lleva a hacer la
siguiente analogía musical respecto a la entidad del Universo:
ANALOGÍA MUSICAL CONTRAPARTIDA DE
CUERDAS
Notación
musical …………………. Matemáticas
Cuerdas de
violín …………………. Supercuerdas
Notas …………………………………….. Partículas subatómicas
Leyes de la
armonía …………………. Física
Melodías …………………………………. Química
-----------------------------------------------------------------
Sinfonía / s de cuerdas …………>
Universo / s
El universo es, pues, una sinfonía de cuerdas; si esta analogía es
válida, uno debe formularse la siguiente pregunta: ¿hay un compositor? ¿Diseñó
alguien la teoría para permitir la riqueza de universos posibles que vemos en
la teoría de cuerdas? Si el universo es como un reloj finamente ajustado, ¿hay
un relojero? En este sentido, la teoría de cuerdas arroja cierta luz sobre la
cuestión: ¿tuvo Dios elección? Siempre que Einstein creaba sus teorías
cósmicas, se formulaba la pregunta: ¿cómo habría diseñado yo el universo? Tenía
inclinación a pensar que quizá Dios no tuvo elección en el asunto. La teoría de
cuerdas parece reivindicar esta aproximación. Cuando combinamos la relatividad
con la teoría cuántica, encontramos teorías que están repletas de defectos
ocultos pero fatales: divergencias que estallan y anomalías que malogran las
simetrías de la teoría; sólo incorporando simetrías potentes pueden eliminarse
estas divergencias y anomalías, y la teoría M posee la más poderosa de estas
simetrías. Por eso es hoy por hoy la
mejor candidata para la “Teoría del Todo”
Al verlo ahora, es curioso constatar que si Einstein no hubiera
descubierto la relatividad, su teoría podría haber sido descubierta como
producto secundario de la teoría de cuerdas. La relatividad general, en cierto
sentido, sale “gratis”. La belleza de la teoría de cuerdas es que puede
equipararse a la música, como hemos visto. La música proporciona la metáfora mediante
la que podemos entender la naturaleza del universo, tanto a nivel subatómico
como a nivel cósmico, de forma que el “Todo” se asemeja a una maravillosa
sinfonía. ¡Pues qué bonito!
Hay una teoría o un principio
menos conocidos en que me parece interesante apoyarme para predecir la
evolución futura del universo: es el Principio
cosmológico de Friedmann, que postula que el universo es isotrópico (se ve
igual desde cualquier punto de observación) y que es homogéneo (es uniforme sin
importar dónde esté uno situado en él), principio compatible con las soluciones
de Einstein (entre otras).
Es curioso que sus soluciones
dependen de tan solo 3 parámetros:
1. H,
que determina la tasa de expansión del universo. (Hoy en día se le llama
«constante de Hubble», por el astrónomo que realmente midió la expansión del
universo).
2. Omega,
que mide la densidad media de la materia en el universo. Puede ser
>1, =1 o <1 (como ejemplo ilustrativo, se podría comparar su efecto a la
velocidad de escape de la Tierra, según fuera mayor o menor que ella).
3. Lambda,
la energía asociada con el espacio vacío, o energía oscura.
La sutil interacción entre estas
tres constantes, en especial la segunda, determina la futura evolución de todo el
universo. Por ejemplo, dado que la gravedad atrae (o el universo empuja),
la densidad Omega del universo actúa como una especie de freno para aminorar la expansión del universo, invirtiendo algunos
de los efectos de la tasa de expansión del Big bang.
Suponiendo (de momento) que Lambda=0, veamos qué significa Omega:
è Si Omega <1, los
científicos concluyen que no hay bastante materia en el universo para invertir
la expansión original del big bang. Como resultado, el universo se expandirá
siempre, sumergiéndose finalmente en una gran congelación en la que las
temperaturas se acercarán al cero absoluto -> “Big Freeze” o “gran congelación”
è Si Omega > 1,
entonces hay suficiente materia y gravedad en el universo para invertir
definitivamente la expansión cósmica. Como resultado, la expansión del universo
se detendrá y el universo empezará a contraerse. Las temperaturas empezarán a
elevarse cuando las estrellas y galaxias se precipiten unas hacia otras -> “Big
Crunch” o
“gran contracción” Además, en este caso podría
volver a formarse “después” un nuevo Big bang à “Universo
oscilante”.
è Si Omega = 1: la densidad del universo iguala la densidad
crítica, en cuyo caso el universo se sostiene entre los dos extremos pero
seguirá expandiéndose siempre, lo que es consistente con la Tª del Universo
inflacionario .
En
resumen: La evolución del universo tiene tres historias posibles. Si Omega es
menor que 1 (y Lambda es 0), el universo se expandirá siempre hasta llegar a la
gran congelación. Si Omega es mayor que 1, el universo volverá a colapsarse en
una gran implosión. Si Omega es igual a 1, el universo es plano y se expandirá
para siempre. (Los datos del satélite
WMAP muestran que Omega más Lambda es igual a 1, lo que significa que el
universo es plano. Esto concuerda con la teoría inflacionaria.)
Friedmann demostró que cada una
de estas perspectivas, a su vez, determina la curvatura del espacio-tiempo.
è Si Omega
< 1 y el universo se expande siempre, Friedmann demostró que no sólo el
tiempo es infinito, sino también el espacio. Se dice entonces que el universo es
«abierto», es decir, infinito tanto
en espacio como en tiempo. Cuando Friedmann calculó la curvatura de este
universo, encontró que era negativa. (Esto es como la superficie de una “silla
de montar”. Si un bicho viviera en la superficie de esta superficie, vería que
las líneas paralelas nunca se encuentran y que los ángulos interiores de un
triángulo suman menos de 180°.)
è Si Omega >
1, el universo acabará contrayéndose en una gran implosión. El tiempo y el
espacio son finitos. Friedmann encontró que la curvatura de este universo es
positiva (como una esfera).
è Si Omega
= 1, el espacio es plano y tanto el tiempo como el espacio son
ilimitados.
Parece ser que las observaciones llevan a
esta última alternativa; ¿por qué Omega está hoy tan cerca de 1 si lo normal
sería que fuera astronómicamente diferente? Pues porque el universo simplemente
se infló de tal modo que se volvió plano, como hemos visto antes. Al igual que
una persona que llega a la conclusión de que la Tierra es plana porque no puede
ver el horizonte, los astrónomos llegaron a la conclusión de que Omega tiene un
valor alrededor de 1 porque la inflación aplanó el universo. Los datos
astronómicos han demostrado que la curvatura del universo es notablemente
cercana a cero, en realidad mucho más cercana a cero de lo que habían creído
anteriormente la mayoría de los astrónomos.
¡Esto es compatible a su vez con la teoría del “Universo membrana”!
Friedmann no sólo proporcionó la primera
aproximación comprensiva a las ecuaciones cosmológicas de Einstein, sino que
también hizo la conjetura más realista sobre el “día del juicio final”, el destino final del universo: si perecerá
en una gran congelación, se freirá en una gran implosión u oscilará o se
expandirá para siempre. La respuesta depende de los parámetros cruciales: la
densidad del universo y la energía del vacío. Sin embargo, quedaba algo sin
aclarar: la propia singularidad del “momento cero” del Big bang.
Imaginemos que hay un mundo paralelo suspendido
justo por encima de nuestro universo. Cualquier galaxia de este universo
paralelo sería invisible para nosotros. Pero como la curvatura del hiperespacio
es lo que causa la gravedad, ésta podría saltar a través de los universos.
Cualquier galaxia grande en este otro universo se vería atraída a través del
hiperespacio hacia una galaxia de nuestro universo. Así, al medir las
propiedades de nuestras galaxias, encontraríamos –de hecho, hay observaciones
en tal sentido- que su tirón gravitatorio es mucho más fuerte que el previsto
por las leyes de Newton, puesto que hay otra galaxia escondida justo detrás
flotando en una brana cercana. Esta galaxia oculta suspendida detrás de nuestra
galaxia sería totalmente invisible, flotando en otra dimensión, pero tendría el
aspecto de un halo alrededor de nuestra galaxia que contendría el 90% de la
masa. Así pues, la materia oscura puede ser causada por la presencia de un
universo paralelo.
Continuando
de la mano de la Teoría “M”, los universos de dimensiones superiores son
posibles, pero es menos probable verlos porque todavía están estrechamente
envueltos por cuerdas y anticuerdas. Y no sólo eso; si los universos pueden “pellizcarse”
o surgir uno de otro, produciendo nuevos universos, quizá pueda pasar lo
contrario: los universos pueden colisionar creando chispas en el proceso, que a
su vez producirán nuevos universos. En un guión así, quizás el big bang ocurrió por una colisión de dos
universos-brana paralelos, más que porque “brotara” un universo (y evitamos así
de paso la puñetera singularidad). Esta segunda teoría fue propuesta por los
físicos Paul Steinhardt, de Princeton, Burt Ovrut, de la Universidad de
Pennsylvania, y Neil Turok, de la Universidad de Cambridge, que crearon el universo «ekpirótico» (que significa
«conflagración» en griego) para incorporar las nuevas características de la
visión M-brana, en la que algunas de las dimensiones extra podrían ser grandes
e incluso infinitas (coincidiendo así con Lisa Randall). Empiezan con dos
tres-brana planas, homogéneas y paralelas que representan el estado de menor
energía; en un principio empiezan como universos vacíos y fríos, pero la
gravedad los va atrayendo lentamente. Finalmente colisionan y la vasta energía
cinética de la colisión se convierte en la materia y radiación que forma
nuestro universo. Algunos llaman a esta teoría «big splat» («gran plaf») en lugar de Big bang, porque el guión implica la colisión de dos branas. La
fuerza de la colisión separa a los dos universos. Cuando estas dos membranas se
separan una de otra, se enfrían rápidamente, dándonos el universo que vemos
hoy.
El
otro problema de la teoría “M” es que requiere las 11 dimensiones adicionales
mencionadas. El concepto de Universo Holográfico puede explicar
intuitivamente también la existencia de más dimensiones : hay una dualidad entre un universo de cinco dimensiones y su
«límite», que es un universo de cuatro dimensiones. Extrañamente, cualquier ser
vivo en este espacio de cinco dimensiones sería matemáticamente equivalente a
los seres vivos en este espacio de cuatro dimensiones y no hay manera de
distinguirlos.
Haciendo una analogía rudimentaria, pensemos
en los peces que nadan dentro de una pecera. Estos peces piensan que su pecera
corresponde a la realidad. Ahora imaginemos una imagen holográfica
bidimensional de estos peces proyectada sobre la superficie de la pecera,
también vivos. Esta imagen contiene una réplica exacta de los peces originales,
sólo que están
aplanados. Cualquier movimiento que haga el pez en la pecera se refleja en la
imagen plana sobre la superficie de la pecera. Tanto los peces que nadan en la
pecera como los peces planos que viven en la superficie piensan que ellos son
los peces reales, que los otros son una ilusión. Todos los peces están vivos y
actúan como si fueran los verdaderos. ¿Qué descripción es correcta? En
realidad, ambos son verdaderos, porque son matemáticamente equivalentes e
indistinguibles, pero de hecho la “más real” es la superior.- Generalizando
esto, no es tan difícil de intuír que vivimos en un espacio-tiempo
multidimensional.
Como contribución
personal sin ninguna base científica, podríamos imaginar también al multiverso
como un conjunto infinito de universos-membrana
en un espacio-tiempo curvado en mayor o menor medida (según fuera omega > ó=
1, o sea, “sillas de montar” o planos que se extienden en todas las dimensiones
requeridas), que es la imagen que he llamado “Universo Hojaldre” (¡la debería de acuñar!). Esto da idea de que cada una de las capas del hojaldre fuese un
universo en sí y que lo que hay fuera de él no lo podemos ver, pero al que
podríamos acceder transversalmente “con relativa facilidad” por un apropiado
agujero de gusano. Si será por imaginación…
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Evolución histórica de las teorías para llegar
a la Tª del Todo. Reflexiones filosóficas.
Antes de Newton, el mundo que conocemos era el núcleo central y todo
giraba alrededor; éramos el centro del Universo.
Newton nos dio unas leyes precisas y mecánicas que guiaban todos los
cuerpos celestes, incluido el nuestro, formando un escenario de nuestro entorno
aparentemente claro y simple. Newton consideraba el espacio y el tiempo como un
ámbito vasto y vacío en el que podían ocurrir acontecimientos, según sus leyes
del movimiento. El escenario estaba lleno de maravillas y misterio, pero era
esencialmente inerte e inmóvil, un testigo pasivo de la danza de la naturaleza.
Sin embargo, Einstein dio un vuelco a esta
idea; para él, el propio escenario se convertiría en una parte importante de la
vida. En el universo de Einstein, el espacio y el tiempo no eran un ámbito
estático como había asumido Newton, sino que eran dinámicos, se torcían y
curvaban de maneras extrañas. Con la Tª de la Relatividad, Einstein revolucionó
nuestra manera de ver el escenario de la vida; no sólo era imposible definir una
medida uniforme del tiempo y del espacio, sino que el propio escenario era
curvado. No sólo se sustituyó el “escenario universal” por uno elástico, sino
que además se expandió, pero siempre se podía determinar. No es que Newton
estuviese equivocado, lo que pasa es que desarrolló una teoría limitada a una
primera aproximación que funcionaba bien “a nuestra escala”.
La revolución cuántica nos dio una imagen aún
más extraña del mundo. Por un lado, el desmoronamiento del determinismo
significaba que “las marionetas podían cortar sus cuerdas y leer sus propias
frases”. Se restauró el “libre albedrío”, pero al precio de obtener resultados
múltiples e inciertos; esto significaba que los actores podían estar en dos
lugares al mismo tiempo y que podían desaparecer y reaparecer. Se hizo
imposible decir con seguridad dónde estaba un actor en el escenario o en qué
momento. Y encima estaba en conflicto con la anterior, estando ambas
verificadas; lo que pasa es que la primera es válida en general para el
macrocosmos y la segunda resuelve el microcosmos y sus singularidades, donde
“no funcionan debidamente” las
ecuaciones de Einstein .
La Tª de Cuerdas y su asociada la teoría “M” es otro paso que permite
aunar las dos anteriores, pero no está verificada todavía y encima nos lleva a
la aceptación de un universo multidimensional, en el que la 5ª dimensión, por
ejemplo, ya tiene su asociada matemática por mediación de la “5-brana”.- En
esta dimensión, según Lisa Randall, la gravedad ya no sería tan pequeña y las
dimensiones no tendrían que estar enrolladas, sino tener una dimensión casi
infinita… ¡todo tiene su explicación!
En cuanto a la constitución del Universo, el
reciente descubrimiento de la materia oscura y la energía oscura subraya el hecho
de que los elementos químicos superiores que constituyen nuestros cuerpos
comprenden sólo el 0,03% del contenido total de materia/energía del universo, o
sea, el 4% si contamos con el He y el H, los elementos más abundantes.- El
resto es, o bien materia oscura o energía oscura, de las que sabemos poco menos
que nada actualmente, por lo que la denominación “oscura” es bastante
afortunada. La verdad es que parece algo frustrante darse cuenta que solamente
sabemos como mucho del 5% de “nuestro universo conocido”
Y ahora
surge otra revolución: ¡nuestro Universo se ha quedado pequeño! Ya es menos
trascendente debatir sobre su origen y su final y las relaciones con la
creación divina. Nos hemos encontrado que éste nuestro Universo es uno más de
los casi infinitos (matemáticamente, 10 elevado a 500) que deben existir y a lo
que nos ha llevado la Teoría cuántica: el concepto de multiverso. Con el multiverso, hay escenarios paralelos, uno encima
del otro, con agujeros de gusano a
modo de trampillas que los conectan. Los escenarios, en realidad, dan lugar a
otros escenarios, en un proceso interminable de génesis. En cada estadio, surgen nuevas leyes de la física. Con la
Teoría de la Inflación de Andrei Linde, debemos contemplar el hecho de que el universo
visible es como un grano de arena
incrustado entre otros mundos, pudiendo surgir constantemente nuevos universos.
Y si, finalmente, la teoría M resulta victoriosa, debemos enfrentarnos a la
posibilidad de que incluso la dimensionalidad familiar de 3+1 dimensiones del
espacio y tiempo tenga que expandirse a once dimensiones.
No sólo nos han “desterrado” del centro del universo, sino
que incluso podemos encontrarnos con que el universo visible no es más que una
pequeña fracción de un multiverso muchísimo más grande, en continua evolución
dinámica, y que encima no podemos ver. ¡Sería hasta posible que tengamos otro
Universo aquí mismo, a unos centímetros de nuestras narices y no verlo!
Teniendo todo esto en cuenta, ¿estamos realmente acercándonos a la Tª del Todo o
estamos divergiendo, alejándonos cada vez más?
¿Llegaremos a disponer alguna vez de una “Tª del Todo”?
La verdad es que mirando hacia atrás, los últimos años han
sido la mar de movidos, sobre todo por los medios disponibles, tanto en
observaciones y mediciones astronómicas en el macrocosmos como en
descubrimientos más recientes del microcosmos, especialmente desde la
disponibilidad del LHC (Large Hadron Collider). Sin embargo, lo que está
pasando también me recuerda la frase de Sócrates “Sólo sé que no sé nada”, o dicho de otra forma, cuanto más
pretendemos saber del cosmos, parece que más nos queda por saber.- Creo
que Sócrates lo que pretendía era incentivar a su oponente en el diálogo para
que fuera él el que hiciese un esfuerzo personal para saber más y le estamos
haciendo caso.- En cuanto a lo que nos ocupa, para cada nuevo descubrimiento
que se hace, se abre otro melón.- No hay más que mirar lo que se decía del
universo hace unos cuantos años y ahora; solamente “el nuestro” ha ido
aumentando en antigüedad de forma exponencial.
Debe ser por eso que ahora están tan de moda los físicos teóricos
(¡ancha es Castilla!) y los buscadores de modelos matemáticos que respondan a
cada vez más preguntas y en detrimento quizás de otras ramas del conocimiento,
pero hay que reconocer que buscar en nuestro entorno más cercano y lejano es
algo FASCINANTE, especialmente en cuanto algún modelo sale comprobado
fehacientemente, rara avis, pero sucede a veces y se avanza.
Demos ahora momentáneamente marcha atrás. Otra
forma “más cercana” de concebir todo esto es aplicando la teoría del “Principio
Antrópico”, que nos hace ver que una serie de «accidentes»
milagrosos posibiliza la conciencia en nuestro universo tridimensional;
hay una franja ridículamente estrecha de parámetros que hace posible la
vida inteligente, y resulta que nosotros nos hallamos en ella. La propia estabilidad
del protón, las dimensiones de las estrellas, la existencia de elementos
superiores, etcétera, todo parece estar finamente ajustado para permitir
la existencia de complejas formas de vida y de conciencia. Puede debatirse si
esta circunstancia fortuita es debida a un diseño predeterminado o a un
accidente casual, pero no puede discutirse la complejidad del ajuste necesario
para hacerlo posible. Stephen Hawking afirma: «Si la tasa de expansión un segundo después del big bang hubiera sido
menor aunque fuera en una parte entre cien mil millones, [el universo] se
habría vuelto a colapsar antes de alcanzar las dimensiones presentes. [...] Las
probabilidades contrarias a la emergencia de un universo como el nuestro a
partir de algo como el big bang son enormes y las implicaciones son hasta
religiosas”. A menudo no llegamos a valorar hasta qué punto son preciosas
la vida y la conciencia y que nuestro universo como lo conocemos “es realmente
una maravillosa casualidad”. Habrá quizá
otro universo parecido, pero sería
extremadamente “raro”. Olvidamos que algo tan sencillo como el agua líquida es
una de las sustancias más valiosas del universo, que en el sistema solar,
quizás incluso en este sector de la galaxia, sólo la Tierra (y quizás Europa,
una luna de Júpiter) tiene agua líquida en gran cantidad, aparte de las exiguas
cantidades que van apareciendo en Marte, por ejemplo. También es probable que
el cerebro humano sea el objeto más complejo que ha creado la naturaleza en el
sistema solar, quizás hasta la estrella más cercana. El mundo de la ciencia
cuántica arroja mucha luz sobre la cuestión de nuestro papel en el universo,
pero desde un punto de vista diferente. La “cadena infinita de observadores”, cada uno
de los cuales ve a su vez al anterior, lleva en última instancia a un
observador cósmico, quizás el propio Dios. En este enfoque, el universo existe
porque hay una deidad que lo observa;
en esta línea de argumentación,
el universo tiene un objetivo: “producir criaturas sensibles como nosotros
que puedan observarlo para que exista”. Según esta perspectiva, la mera
esencia del universo depende de su capacidad de crear criaturas inteligentes
que puedan observarlo. No me cabe duda que esta visión antrópica sería bien
vista por la Iglesia, pues lleva fácilmente a la necesidad de un Dios creador.
La
otra interpretación, la de muchos mundos, nos da una concepción totalmente
diferente del papel de la humanidad en el universo, constreñida a un papel
realmente minúsculo o a la existencia eventual de otras “humanidades” en los infinitos mundos
posibles. Esto no elimina a Dios, sino
que podría incluso potenciar su imagen, pero también lo aleja de “nosotros”. En
las interpretaciones de muchos mundos, el gato de Schrödinger puede estar vivo
y muerto al mismo tiempo, simplemente porque el universo en sí se ha
dividido en dos universos separados o porque sencillamente está en otro paralelo
de los muchísimos que hay, unos que llegarán o ya han llegado a algo y otros
muchos que nunca llegarán a nada…
¿De qué hablamos pues? ¿Del
maravilloso diseño de éste nuestro Universo, tan ajustado que es difícil que se
deba a una casualidad? ¿De este Universo, o de todos los demás también? ¿Qué
porcentaje de los demás son similares al nuestro? ¿Está interesado Dios en
todos o sólo en uno? ¿Qué hace cuando no se ocupa de éste? ¿Se ocupa de otros? ¿Hace realmente falta que se ocupe? En caso afirmativo, ¿se ocuparía también de
eventuales inteligencias extraterrestres? ¿Por qué no?
Parece que hay dos
tipos de Universos: los antrópicos (¿incluyendo a un Dios solamente para
nosotros?) y los demás, que, o bien requieren a un Dios mucho más infinito y
multidimensional que el de las imágenes barbadas de Miguel Angel – y también bastante
más ocupado, explicándose así por qué a veces parece que nos abandona- o
sencillamente nos encontramos en un devenir sin principio ni fin que no lo
requiere. Pero siempre quedará flotando eso de ¿y quién dio al botón de
arranque? Y otra pregunta hecha con respetuosa simpatía para todos los
cristianos: ¿Debe Jesús también multiplicarse y salvar a las otras potenciales
inteligencias? A lo mejor hay más formas de resolver el problema de la
Salvación; quién sabe si “por allá” es también necesario proceder de la misma o
similar forma o es que han sido o serán más listos que nosotros y “no la
necesitan”.
No sé si estas
reflexiones dejarán satisfechos a la vez a los creyentes y a los no creyentes o
a ninguno de ellos; la puerta parece que sigue abierta para ambos y desde luego
todavía no se ha cerrado ni se va a cerrar en mucho tiempo...
El día que
dispongamos de la Teoría del Todo –si es que ese día llega alguna vez- sí que habremos dado un paso importante como
Humanidad, lo que, repito, no supone un final, sino un verdadero comienzo.
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ANEXO:
TEORÍAS,
MODELOS Y CONCEPTOS UTILIZADOS:
(2) Las fuerzas básicas que interaccionan en el
Universo son 4:
-
La fuerza
electromagnética -> ej. fotones
-
La fuerza
nuclear débil (responsable de la
desintegración radioactiva) -> ej.
bosones
-
La fuerza
nuclear fuerte, responsable de que los quarks se mantengan pegados en los
protones y neutrones y que éstos estén apiñados en el núcleo del átomo -> gluones,
hadrones…
-
La
fuerza de la gravedad ->
¿gravitones?
(3) Modelo
estándar de partículas:
Todas las partículas subatómicas
son, o bien fermiones (forman la materia,
todas con spin ½; pueden ser quarks o leptones, según sea su masa) o bien bosones (interaccionan con las fuerzas,
con spin 1).
Fermiones:
Quarks: up, down, charm,
starnge, top y bottom.
Leptones: electron, muón, tau y neutrinos asociados a
los anteriores
Bosones: fotón, gluón, y bosones W y Z (fuerza
débil).- Falta el de Higgs, ya descubierto, y el gravitón, desconocido (ver 8)
El corazón de una partícula está formado por cuerdas minúsculas que,
según sea su vibración, hará que se “convierta” en una u otras, es decir, las
diferentes partículas subatómicas pueden ser en realidad diferentes aspectos
de la vibración de las cuerdas que las componen. La cuerda o el tipo de
cuerda es pues –de momento- la parte más pequeña de la materia o de las
fuerzas.
Los hadrones son partículas
compuestas por quarks y/o antiquarks. Hay de dos tipos (sin contar los casos
"exóticos"): bariones y
mesones. Los primeros están compuestos por tres tipos de quarks y los
segundos por un quark y un antiquark. Los neutrones, protones y piones son ejemplos de hadrones.
Dos bosones idénticos pueden ocupar
cuánticamente la misma posición en el espacio, pero dos fermiones no (Pº
Exclusión de Pauli). Ejemplo: en el
átomo, los electrones no pueden ocupar la misma “órbita” o estado de energía
menos mal, porque si no, los átomos podrían llegar a colapsarse.
A remarcar ahora la incorporación del bosón de Higgs que en cierta forma está
entre ambas, pues es una particula de spin
1 (ver 4) que se dedica a crear masa
y se encuentra dentro del campo de
Higgs, intrínseco a nuestro Universo (parecido al antiguo “éter”). Asimismo, explica el “misterio” de la
formación primigenia de la masa y las grandes discrepancias en su tamaño
relativo o falta de simetría entre los diferentes fermiones.- Lo de la “partícula generadora de masa” parece
ser que es la razón por la que se le ha dado la provocativa y rimbombante
denominación de “partícula de Dios”,
presuponiendo que éste fuese el “diseñador”, el campo de Higgs la fábrica y el
bosón de Higgs las piezas fabricadas, cuando en realidad no es más que una
pieza más del rompecabezas que, eso sí, encaja la mar de bien en el modelo.
Partes de esta teoría estándar
han sido comprobadas hasta un margen de error de 1 entre 10 mil millones. Si se
incluye la masa del neutrino, el modelo estándar concuerda con todos los
experimentos sobre partículas subatómicas sin excepción, sin contar siquiera
con el descubrimiento del bosón de Higgs en 2012, cuya importancia reside
precisamente en esto, en validar la teoría.- Pero falta el gravitón, hoy por
hoy fuera (ver 8).
(4) Spin: propiedad (cuántica) de las
partículas subatómicas relacionadas con el aspecto que presentan desde diversas
direcciones; puede ser entero (0,1,2…à bosones)
o medio entero (1/2à
fermiones), o positivo o negativo (se modeliza por diferente “momento
angular”). Todas las partículas subatómicas “parecen” estar girando como una
peonza en miniatura, no es que giren realmente.
(7) Estructura
cuántica del átomo:
à Núcleo: compuesto por protones y neutrones,
que a su vez están formados por quarks up o down de la siguiente forma:
protón: 2 up + 1 down
neutrón: 2 down + 1 up
àElectrón:
alrededor del núcleo en diversos estados cuánticos. El estado cuántico de un electrón está determinado por
sus números cuánticos: n, l, ml y ms (spin).
Materia
oscura: es la
hipotética materia que no emite suficiente radiación electromagnética para ser
detectada con los medios técnicos actuales, pero cuya existencia se puede
deducir a partir de los efectos gravitacionales que causa en la materia
visible, tales como las estrellas o las
galaxias.- Se estima que comprende el 24% del Universo que “vemos”.- (Se piensa que debe
estar constituida por un tipo de materia totalmente nueva llamada «materia
oscura fría» y WIMPS (partículas masivas de interacción débil), que son las
candidatas principales a explicar la mayor parte de la materia oscura.)
Energía
oscura: es una forma
de energía (desconocida) que estaría presente en todo el espacio, produciendo
un “empuje” que tiende a acelerar la expansión del Universo. Se estima que es
el 71% del Universo visible.
Queda, pues, solamente un 5% de la entidad del
Universo que podamos decir que “se conoce” y de la que se ocupa el modelo
estándar mencionado. Nada más…
Tª
de la Relatividad Especial
(Einstein, 1905): la velocidad de la luz es constante y no se puede
exceder; en consecuencia, el espacio y el tiempo son flexibles y maleables y
dependen del estado de movimiento del observador (ejemplo, si algo se mueve
cerca de la velocidad de la luz, su masa aumenta y su tiempo no es el mismo; si
seguimos aumentando la velocidad, llega un momento que la masa es tan grande
que no se puede exceder). También
relaciona la masa y la energía con su famosa ecuación a través del cuadrado de
la constante velocidad de la luz. Comprobada
experimentalmente.
Problema: que era inconsistente
con la Tª de la gravedad de Newton, lo que obligó a Einstein a elaborar una
nueva teoría sobre la gravedad:
Tª
de la Relatividad General
(Einstein, 1915): Se basa en que la gravedad no es una fuerza
independiente que llena el universo y ni siquiera una fuerza que actúa sobre
los objetos, sino la fuerza que resulta de la geometría curva del
espacio-tiempo; Einstein se dió cuenta de ello al observar que la aceleración
inducida por la gravedad era localmente la misma para todas las masas, por lo
que sólo podría ser una propiedad del espacio-tiempo. La cantidad de curvatura de espacio y tiempo
está determinada por la cantidad de materia y energía que contiene. (Ejemplo:
cuando tiramos una piedra a un lago, se crean una serie de ondas que emanan del
impacto; cuanto más grande es la piedra, más se alabea la superficie del lago.
De manera similar, cuanto mayor es la estrella, mayor es el alabeo del
espacio-tiempo que rodea a la estrella).
En
1919, dos grupos de investigación confirmaron la predicción de Einstein de que
la luz de una estrella distante se curvaría al pasar
junto al Sol. Así, la posición de la estrella parecía moverse de su posición
normal en presencia del Sol. Eso ocurre porque el Sol ha curvado el
espacio-tiempo que lo rodea. Así, la gravedad no «tira», sino que el espacio
«empuja»
Problema
: con la aparición de la mecánica cuántica, en los últimos 80 años no se ha
podido armonizar todavía a ambas, pues la gravedad ha quedado fuera, ¡aunque
las dos – Cuántica y Relatividad- se consideran comprobadas! Otra razón para la falta de armonización es
porque la curvatura del espacio-tiempo de la relatividad general es
incompatible con el comportamiento incierto y errático a nivel microscópico del
universo cuántico.
La
Mecánica Cuántica, inicialmente
limitada al descubrimiento de los fotones como partículas –quantos- de luz asociados a una onda (no de forma puntual, sino
global), describe cómo en cualquier
sistema físico –y por tanto, en todo el Universo - existe una diversa
multiplicidad de estados, los cuales habiendo sido descritos mediante
ecuaciones matemáticas por los físicos, son denominados estados cuánticos.- De
esta forma la mecánica cuántica puede explicar la existencia del átomo y desvelar
los misterios de la estructura atómica, tal como hoy son entendidos (ver 7), fenómenos que no puede explicar debidamente
la física clásica.- La parte de la mecánica cuántica que sí incorpora elementos
relativistas de manera formal y con diversos problemas es la teoría cuántica de
campos en espacios- tiempo curvos. La única interacción que no se ha podido
cuantificar ha sido la interacción gravitatoria.
Se diferencia de la física clásica por aportar
el indeterminismo, asociando por
ejemplo la posición de una partícula a su probabilidad de estar
realmente ahí, comprobado experimentalmente con un haz de fotones sobre dos
rejillas; esto da lugar a muchas paradojas –la más famosa, la del gato de
Schrödinger, vivo y muerto a la vez- cuya explicación nos mete de lleno en
otros mundos que no podemos ver desde nuestras limitaciones. (ver 9)
Se podría decir que la Tª Relatividad
funciona para el Macrocosmos y la Física Cuántica para el Microcosmos,
resolviendo ésta el problema de las singularidades, donde la primera falla.
(9) Paradoja
del gato de Schrödinger: Pongamos una fuente de fotones y un espejo
semitransparente que desdobla el estado cuántico de los fotones incidentes en
una superposición de dos estados diferentes, uno reflejado y otro que atraviesa
el espejo. Existe un detector de fotones en el camino del fotón transmitido que
registra la llegada de un fotón y hace que se dispare una pistola que mata al
gato. Pasamos del nivel cuántico al mundo de los objetos ponderables cuando
encontramos que el gato está muerto o
vivo. Pero el problema es que si se toma el nivel cuántico como algo que es
verdadero en todo el camino hasta el nivel de los gatos y así sucesivamente,
entonces hay que creer que el estado real del gato es una superposición de estar muerto y vivo a la vez. ¿Cómo lo podemos explicar? Pues
hay dos formas:
-
Una, considerando que la evolución unitaria es
toda la historia, lo que nos lleva a la existencia de otros (muchos) universos;
el gato está de verdad vivo y muerto a la vez, pero en universos distintos
-
La otra es dejar a la naturaleza que elija,
abriendo una brecha en el plano del espacio-tiempo, cosa que ha llegado a
calcularse matemáticamente, obteniendo una brecha de 10 elevado a -23 cms.,
bastante pequeña, por cierto.
-
(1)La Teoría de Cuerdas es capaz
de armonizar ambas teorías, las de la Relatividad y la Física Cuántica.
Introduce las p-branas o membranas de x dimensiones; una membrana es una
superficie extendida, en cualquier dimensión. Una 0-brana es una partícula en
un punto. Una 1- brana es una cuerda. Una 2-brana es una membrana. Una de las
características novedosas de la teoría M es que no sólo introduce cuerdas, sino
una colección completa de membranas de diferentes dimensiones y son una
característica esencial de la teoría M; las cuerdas pueden verse como membranas
con una dimensión compactada y oculta.
Teoría
de la cuerda heterótica: La teoría de la cuerda más realista
físicamente. Incorpora la simetría del
modelo estándar de partículas. Mediante la teoría M, puede demostrarse que la
cuerda heterótica es equivalente a las otras cuatro teorías de cuerdas.
Gravedad
cuántica: Una forma de gravedad que obedece al principio cuántico.
Cuando la gravedad se cuantiza, aparece un paquete de gravedad que se llama
«gravitón». Normalmente, cuando se cuantiza la gravedad, encontramos que sus
fluctuaciones cuánticas son infinitas, lo que hace inútil la teoría. En el
presente, la teoría de cuerdas es la única candidata que puede eliminar estas
“infinidades”. Y seguimos sin saber por
qué la fuerza de la gravedad es considerablemente menor que las otras tres ni
hemos localizado aún ningún gravitón en el LHC (Large Hadron Collider).
(1) Gravitón: La partícula que no
aparece en la Tª estándar de partículas es el gravitón; es decir, la gravedad sigue sin ser explicada en cuanto a
su entidad.
(8)Historia: El modelo de cuerdas predecía una partícula que no
aparecía en las interacciones fuertes, una curiosa partícula de masa cero que
poseía un spin igual a 2; todos los intentos de liberarse de esta molesta
partícula habían fracasado. Cada vez que se intentaba eliminar esta partícula
de spin-2, el modelo colapsaba y perdía sus propiedades mágicas. De algún modo,
esta partícula spin-2 indeseada parecía contener el secreto de todo el modelo.
Entonces Scherk y Schwarz hicieron una osada conjetura: quizás el defecto era en realidad una
bendición; si reinterpretaban esta molesta partícula spin-2 como el gravitón, ¡la teoría realmente
incorporaba la teoría de la gravedad de Einstein! Irónicamente, mientras en las otras teorías
cuánticas los físicos intentaban evitar denodadamente la inclusión de cualquier
mención a la gravedad, la teoría de cuerdas la exige.
Simetría: Una
remodelación o redisposición de un objeto que lo deja sin variación o idéntico.
La simetría es crucial en la física porque ayuda a eliminar muchas de las
divergencias encontradas en la teoría cuántica. El spin común de los fermiones
por un lado y de los bosones por otro es un ejemplo de simetría.
Supersimetría: es la
simetría que intercambian fermiones y bosones entre sí (cambiando el spin).
Esta simetría resuelve el problema de jerarquía y también ayuda a eliminar las
divergencias que quedan dentro de la teoría de las supercuerdas. Significa que
todas las partículas del modelo estándar tienen que tener sus partículas
correspondientes, llamadas «s-partículas», que hasta el momento no han sido
observadas en el laboratorio. La supersimetría en principio debería poder
unificar todas las partículas del universo en un solo objeto. Es la única simetría que intercambia todas
las partículas subatómicas conocidas en la física. Sin
verificar.
(6) Supergravedad: (teoría de supergravedad) es una teoría
de campos que combina la supersimetría y
la relatividad general (gravedad s/ Einstein) , promoviendo el gravitón (bosón
de spin 2) junto con el gravitino (fermión de spin 2/3). Sin verificar.
Supercuerdas (Tª de
Supercuerdas): es la Tª de Cuerdas con supersimetría y supergravedad. Sin
verificar.