Un castillo perdido, por
Kurt Schleicher
Estando en plena
canícula veraniega, se me ha ocurrido plantear un entretenimiento para los que
les gusten los jueguecitos de adivinanzas.
Por mera
casualidad me enteré de la existencia de un castillo del que nunca había oído
hablar, buceando en un lugar de ésos que se dedican a información turística.
Tomé buena nota, pues parecía ser atractivo.
Como solamente
estaba de paso, no tuve más ocasión que sacar un par de fotos y he tenido que
dejar la visita del interior para otro día; hace poco tiempo que es visitable.
Lo sorprendente es
el buen estado en el que está; no parece que haya sido reconstruido nunca.
Tampoco es de extrañar, pues se le conoce como la “fortaleza inexpugnable”.
Hasta hace poco tiempo ha estado en el ostracismo, y ahora se está restaurando
por dentro para hacerlo más atractivo al visitante. Llama la atención también
por las vistas que tiene sobre una inmensa llanura, desde la que domina la
región; sin embargo, como se confunde con las montañas, no es fácil
distinguirlo desde lejos. Es también un buen ejemplo de aprovechamiento de la
orografía, por lo que se le podría tildar de “castillo inteligente”.
Está localizado sobre
un antiguo asentamiento de la Edad del Bronce y celtibérica, a juzgar por los
restos encontrados allí. Fue inicialmente un castillo musulmán y después pasó a
ser cristiano. En el siglo XIV fue reformado y desde entonces tiene el aspecto
actual. Fue usado como cárcel durante bastantes años y más recientemente utilizado
durante las guerras carlistas en el siglo XIX.
Y éstas son las
pistas que puedo dar, junto con alguna de las fotos que le hice.
¿De qué castillo se trata?