Costa Rica: jungla y volcanes por Kurt Schleicher
Mi objetivo al
escribir esto es transmitir mis percepciones de un rápido viaje a Costa Rica;
digo rápido porque merecería la pena recalar por allí algún tiempo más y no
solamente los 10 días que hemos estado recientemente siguiendo un circuito
programado, por mera comodidad. Como en alguna ocasión anterior, no pretendo
dar informaciones que se puedan conseguir por agencias de viaje o internet,
sino mis impresiones personales subjetivas y, si acaso, mis recomendaciones
para alguien que quiera hacer un viaje similar.
La verdad es que
fuimos poco originales, pues seguimos el circuito clásico enfocado a parques
nacionales: PN Tortuguero, PN volcán Arenal, PN Manuel Antonio y algo menos
habitual que añadimos por cuenta propia al final y es una visita al PN del
volcán Poás, cerca de la capital San José y realmente espectacular. Como se ve,
Costa Rica es “rica” en parques nacionales, lo que no es de extrañar, al
haberse convertido en un país que vive fundamentalmente del turismo, con
permiso de las exportaciones de piñas y plátanos, en lo que son auténticos
“expertos” (la piña “Del Monte” que conocemos todos es de allí).
Recorrido: 1->2->3->4->5
La verdad es que siempre me han gustado los viajes con un trasfondo cultural, arqueológico, histórico o artístico, pero en esta ocasión se nos cruzó esta posibilidad, más enfocada a las bellezas de naturaleza, flora y fauna (Marzo es un buen momento para viajar, en especial a este país, pues coincide con la época “menos lluviosa”). No es que haya riesgo de temporales, pero no hay más que ver lo verde que está todo y la altura y densidad de la jungla, abundantísima en Costa Rica, para darse uno cuenta que allí debe llover mucho. El clima es muy variopinto, dependiendo de las zonas, pero algo hay en común: que la temperatura no varía mucho. Ahí lo llaman “la eterna primavera” y solamente se nota algo más de fresco si se sube a alguna montaña (el volcán Poás está a casi 3000 m de altitud).
Lo primero que me
ha llamado la atención es que allí no hay fuerzas armadas; parece ser que no lo
necesitan. Otra cosa que me llamó la atención es la educación en cuanto a los
idiomas: a los niños se les enseña desde muy pequeños francés e inglés, aparte
del español, claro, por lo que al final salen trilingües. Ideal para el turismo
foráneo, pues… Por otra parte, el país es bastante seguro, no como alguno de
sus vecinos (Honduras o Guatemala, por ejemplo). ¿Por qué será? Hay policía,
pero no se nota especialmente su presencia; como curiosidad hay una “policía turística”
que se encarga de proteger las bellezas del país, a la vez que da servicio a
los turistas. Por cierto, en las aduanas pasa algo similar a lo de Chile; está
prohibido importar productos agrícolas. Eso significa que no se debe llevar en
las maletas de mano ningún tipo de fruta como tentempié, o te arman un follón
en la frontera, en el propio aeropuerto.
El país es
notoriamente montañoso, aun que sin alharacas picudas; la mayor parte está
cubierto por jungla en zona montañosa. También es un país inestable, pero no
políticamente, sino “per se”: posee 112 volcanes, cinco de los cuales son
activos. Visitamos dos de los activos (el Arenal y el Poás), aunque el primero
está en fase de apagado. No así el segundo, al que tuvimos ocasión de ver
“respirar”.
En cuanto a la
jungla, la verdad es que impresiona. No se parece a los bosques a los que
estamos acostumbrados y la altura de los árboles es descomunal, del orden de
edificios de 6 o 7 pisos, siendo una jungla muy densa. La flora y la fauna son
espectaculares y la cantidad de especies es tremenda; el paraíso de un
naturalista.
Para los
timoratos, es el país del mundo con mayor variedad y cantidad de serpientes
venenosas (139 especies con 22 de ellas venenosas), varias mortales, pero no
suelen verse por las zonas turísticas; será que son tímidas. Nos comentaron que
no es recomendable pasear por carreteras asfaltadas solitarias de noche y sin
luz, pues a las serpientes –en especial a la de terciopelo, muy peligrosa, que
abunda por allí - les gusta el calor, y el asfalto lo guarda durante algún
tiempo, por lo que con un poco de mala suerte podrías pisar una y lo podría
tomar a mal. Por cierto, si te pasara esto, por lo visto la organización para
llevarte corriendo a un hospital para un antídoto está bien montada, pero mejor
que no suceda… Otros reptiles abundantísimos son las iguanas y los lagartos,
algunos de buen tamaño y poco agresivos, pero que si se cabrean te arrean un
latigazo con el rabo.
En cualquier
parte del país hay pájaros y monos de muchas especies, no siendo nada raro
encontrarte con ellos en cualquier lugar y no solamente en parques nacionales.
El reto es fotografiarlos, pues son animales “inquietos” que, salvo los titis
que se acercan a las personas a ver si les roban los bolsos o las cámaras de
fotos, mantienen las distancias. Cuando has logrado descubrirlos y tener la
cámara enfocada a mano (el enfoque automático no sirve en estos casos), lo
normal es que ya no estén donde estaban. Lo mejor es variar ligeramente el
enfoque cuando hayas localizado al bicho y tirar todas las fotos posibles;
alguna saldrá… También existe el caso contrario: las aningas o aves serpiente
(parecidas a los cormoranes), cuando ven a un turista con la cámara, se ponen a
posar desplegando las alas, giran sobre sí mismas y se contonean. Resulta muy
gracioso y te da tiempo de sobra para hacer una buena foto… De monos hemos
visto de muchas clases: los aulladores, los de cara blanca con pinta de
marineros y sobre todo los pequeños titis, rapidísimos, que se ponen al alcance
de la mano pero sin dejarse coger. Resulta curioso ver que hay muchas mamás con
sus niños, que, por mucho que se meneen, nunca se caen. Me comentaron que si se
diera este caso, la madre y el niño serían expulsados de la comunidad, la una por
poco cuidadosa y el infante por tonto.
Como buen país
centroamericano, Costa Rica tiene dos “costas”: la caribeña al norte y la
pacífica al sur. No parece que haya aglomeraciones y es posible encontrar
playas “vírgenes” incluso cerca de los hoteles -como nos pasó en Manuel Antonio
en la playa Biesanz- y además rodeados de animalitos, especialmente monos, y en
abundancia. Una delicia; te crees Robinson Crusoe…
La infraestructura hotelera parece ser muy
buena; de momento están evitando colocar hoteles a pie de playa, con lo que el
país parece estar en los comienzos de una expansión similar a la que hubo en
España en los años 60 y 70, pero con las playas respetadas, al menos de
momento. La impresión que me ha dado es que, más que un país “playero”, se
trata de promocionar el senderismo y el amor a la naturaleza, con un gran
desarrollo de ofertas de parques con “canopys” y flora y fauna, mariposarios,
ranarios, áreas ornitológicas, serpentarios, etc., aunque en la mayoría de los
casos están todos en libertad y hay que informarse por un guía de las zonas
donde suelen abundar más. Safari fotográfico de animales pequeños, pues, aunque
hay algún que otro felino (que no hemos visto ni de lejos). El otro aspecto
turístico es la visita a los volcanes, aunque acceder a las cumbres de los
activos (con excepción del Poás) no siempre está permitido, por las emanaciones
tóxicas (p.ej., el Arenal).
Se accede al
país por la capital, San José; hay un vuelo de Iberia bastante cómodo con un
gran A340-600 que, al ser el único vuelo directo desde Europa, parece estar
siempre lleno de alemanes, franceses, belgas, etc. que pasan por Madrid. Me
parecía mentira que en “época baja” ya hubiese problemas de encontrar plaza en
los vuelos, pero así es, de forma que el que quiera viajar allí que no lo deje para última hora. Hay
vuelos de American Airlines también, pero hacen escala en Florida, se tarda
mucho más y es incómodo por tener que pasar los desagradables controles
fronterizos de Estados Unidos; no es una alternativa recomendable.
Dicho todo esto,
vamos a dar un paseo por las zonas visitadas, en el mismo orden que se suele
hacer.
La capital, San
José, no llegué a conocerla, pero no parece una ciudad muy atractiva a primera
vista (el tiempo libre del que disponíamos lo dedicamos al PN volcán Poás, al
que se accede desde allí con facilidad). Como suele ser una visita opcional que
no está en los paquetes, recomiendo hacerla –si no se dispone de mucho tiempo
libre- el último día y ya enlazar con el aeropuerto directamente a la vuelta
(el vuelo sale poco antes de las 18:00), pues está en ésa dirección a menos de
una hora y se evita el tráfico cercano a la capital.
Como tras el largo vuelo de 11 horas se llega
ya por la tarde, la mejor opción parece ser descansar en el hotel; nuestra
experiencia en el Radisson fue correcta, con cena animada por orquesta y todo,
jardines para pasear, etc.
PN TORTUGUERO
La primera visita en
el camino a Tortuguero fue un alto en el PN Braulio Carrillo, donde mantuvimos
un primer contacto con la jungla.
PN Braulio Carrillo: Heliconia hirsuta
El
parque nacional TORTUGUERO está situado
al norte del país en la costa del Caribe. Es curioso que al pueblo de
Tortuguero y sus canales solamente se puede acceder por avioneta o barco; no
hay carretera. Parece sorprendente, pero hay razones para ello: si se pudiera
acceder en coche, es posible que la belleza de esta zona tan peculiar se
perdiese. Además, la selva es tan densa que los pocos senderos que se pueden
hacer a pie ya están preparados incluso con tochos de piedra elevados en el
caso de coincidir con época de lluvias, en la que se convierten en lodazales;
en cualquier caso, las visitas suelen ser en barcas con frecuentes paradas
cerca de las orillas. Es sorprendente la capacidad oteadora de los guías de las
barcas, pues desde lejos suelen ser capaces de descubrir toda clase de animales
que no se ven a simple vista (cocodrilos, garzas, iguanas, monos, etc.),
acercándonos en silencio a las orillas para no espantarlos.
El alojamiento
allí es bien distinto a lo habitual, pues se trata de Lodges preparados para
estar en contacto directo con la jungla y sus sonidos (creo que no hay más que
13 de momento), accediéndose desde un puerto (Caño Blanco) a través de canales
cercanos al mar en una travesía de casi una hora en barco. En el Lodge no hay cristales
en las ventanas, solamente mosquiteras, y se compone de cabañas casi
individuales en alto con techo metálico y amplios porches por las lluvias,
repartidas por diversas zonas. Conviene que te toque de las más alejadas, por
razones obvias. El nuestro era el Mawamba, que tiene la comodidad de tener al
lado los senderos que llevan a los ranarios y mariposarios, atravesando una
zona en la que es habitual encontrar todo género de animalitos (tucanes,
lagartos, monos aulladores, etc.). El alojamiento es rústico sin lujos. Es
cierto que estás en contacto con los ruidos de la selva (parece que estás en
una película de Tarzán), y es habitual que te despierte algún mono aullador con
un buen susto. Por cierto, se habla mucho de mosquitos, pero casi no los hemos
sufrido, excepto una noche en la después llovió y debían estar más excitados.
Conviene llevar un repelente en cualquier caso, pero nuestra experiencia fue
que prácticamente no había, muchos menos que en Huelva, por cierto.
Mawamba
Amanecer en Tortuguero
Playa de Tortuguero
Grafitti en Tortuguero
Floraciones extrañas
Tucán
Árbol de rápido crecimiento
El Parque Nacional Tortuguero es el más conocido de Costa Rica y es PN desde 1975; está previsto que durante la estancia se entre en contacto lo más directo posible con la naturaleza. Está lleno de canales, unos más amplios y abiertos y otros que casi quedan cubiertos por la vegetación; éstos son los más impresionantes, pues estás realmente “dentro” de la jungla. También hay senderos paralelos a la playa y otros que llevan a destinos específicos, como el museo de las tortugas o a los lugares cerrados por mallas en los que se encuentran concentrados ranas o mariposas, por cierto, muy cerca del Lodge Mawamba. Como allí amanece a las 5:30 de la mañana (en Marzo), tuvimos ocasión de salir pronto para ver la salida del sol y disfrutar con tranquilidad de estos lugares (siempre abiertos) y además aprovechar que los animalillos a esas horas parece que tienen menos rubor por mostrarse. Luego se repitió la excursión de forma “oficial”, pero yo ya tenía unas cuantas fotos hechas con más tranquilidad. Estos senderos pudieran constituir una excursión opcional con un determinado coste, pero adelanto que se puede hacer perfectamente en solitario y gratis, en especial si se vive allí mismo.
Ranita verde
Rana de ojos rojos
Lagarto
Araña (¿inofensiva?)
Iguana gigante
Iguana
Jacana spinosa
Basilisco (difícil de descubrir)
Cocodrilo
Canales de Tortuguero
Aninga (ave serpiente) presumiendo
Garza tigre
Garza azul
Garza blanca
Todo el entorno es
realmente único, pues el Lodge tiene su propio puerto en el canal a un lado,
mientras que al otro, a unos 200 m., está el mar Caribe y una larguísima playa
virgen. Me sorprendió que aconsejaran no bañarse por riesgo de tiburones; creo
que es una exageración. Es en estas playas en las que en los meses de Junio a
Octubre sucede la puesta de huevos de las grandes tortugas, que
sorprendentemente siguen viniendo aquí para hacerlo. Es evidente que este hecho
está muy protegido en la actualidad y ni siquiera se pueden hacer fotografías ni
llevar linternas cuando sucede (suele ser de noche, mientras que la salida de
las tortuguitas es al amanecer). Por lo que me han dicho, no es fácil verlo,
pues si se hace ruido y se molesta a la tortuga durante su puesta, ésta se va
tímidamente y no continúa. Yo sabía que no íbamos en esa época, pero el temor a
las lluvias me hizo decidirme por renunciar a ver este suceso y visitar
Tortuguero en una época menos lluviosa (ésta va de Noviembre a Abril). De todas
formas, allí puede llover en cualquier momento, pero por mucho que me digan los
lugareños, en Marzo solamente nos llovió de forma abundante por la noche, y a
la mañana siguiente ya estaba despejado y el suelo seco (es como una esponja).
Tortuga (Museo)
El que quiera verlo lo puede hacer en internet; acompaño dos
accesos de youtube.
Tras un par de días
en Tortuguero, nos trasladamos (no sin dificultades debido a la relativa sequía
que estaba padeciendo la zona con el nivel de los canales bastante bajo y tener
que buscar con cuidado por dónde pasar) a la zona de La Fortuna, donde está
ubicado el volcán Arenal, claro dominador del entorno. El PN se encuentra a sus
pies, pero tras haber vivido Tortuguero, es menos espectacular; como tal parque lo
que impresiona es la vista del volcán desde varios ángulos, con su perfecta
forma cónica, dejando ver sus dos cráteres. De uno continúan saliendo fumarolas
blanquecinas, señal de que “sigue vivo”. No se permite el acceso a los
cráteres, por las emanaciones tóxicas.
Todo el entorno del
volcán era salvaje hasta los años 30 del siglo pasado, época en que comenzó un
lento desarrollo. Es un volcán todavía
activo, que empezó en 1968 con una violenta erupción que afectó a dos pueblos
cercanos con 87 muertos. Desde entonces no ha cesado su actividad, con picos en
1986/87, en 1995, en 1997, en 2000 y en 2004 y hasta el 2010, fecha en que su
actividad ya inició un claro descenso. En aquellos años, debía de ser un
espectáculo sobre todo de noche, con la lava iluminada de color rojo brotando
del cráter. Una pena haberlo perdido… pero todavía impresiona.
Volcán Arenal
No suelo hablar de
los hoteles, pero voy a hacer una excepción por si a alguien le sirve la
información. Pocas veces he visto un hotel tan bien planificado y desarrollado
como el Arenal Manoa; está dentro de una extensa finca en la que la mayor parte
se ha transformado en jardín tropical y los bungalows están estratégicamente
situados para lograr una total privacidad, cada uno con su caminito particular
y todos ellos apuntando tras un enorme ventanal hacia el volcán. Está dotado de
termas (naturales, al ser zona volcánica) al aire libre, aparte de otra gran
piscina rodeando un bar acuático y un medio de transporte con carritos de golf
a los que solamente hay que llamar y aparecen en menos de dos minutos, con lo
que el transporte inter-hotelero está asegurado. Es un ejemplo de
anti-masificación; si alguien quiere pasar una temporada tranquilo en un
entorno idílico, éste es el lugar; podéis ver detalles en internet. Algo que no
viene en las informaciones es que la finca aledaña, de los mismos dueños, es
ganadera, con ganado vacuno y porcino; el queso que ofrecen en el desayuno es
propio, por cierto. ¡Hasta tuve oportunidad de ordeñar una vaca!
Hotel Arenal Manoa
Hay una extensa
oferta de lugares a visitar, con puentes colgantes, zoológicos, termas,
cascadas, lagos, etc. que da para estar más de una semana por aquél lugar y no
repetir experiencias. El volcán no siempre está despejado, por lo que no es una
mala idea ya tan sólo por esta razón. Resumiendo: que lo de “la Fortuna”
resulta ser un nombre apropiado para este lugar.
Atardecer con garcillas
Con cierta pena
abandonamos este pequeño paraíso y partimos hacia el sur, hacia la costa del
Pacífico. Desde el autobús, al llegar a la misma, llama la atención la casi
total ausencia de construcciones elevadas y una enorme oferta de interminables
playas, aparentemente muy poco visitadas. De nuevo, la falta de masificación es
un punto a favor para visitar este país, con cierto parecido por su benigno
clima a las islas Canarias, pero con mucha menos gente y más espacio.
Habíamos reservado
inicialmente el Parador de Manuel Antonio, otra zona toda ella un gran parque
con mucha vegetación, pero estaba lleno y nos lo cambiaron a última hora por
otro complejo hotelero de la misma clase sobre el papel (H. Shana) y situado además muy
cerca, por lo que no puse objeción. Sin embargo, visitando el Parador, nos
quedamos impresionados de su calidad; comento esto para el que quiera viajar
aquí que no lo dude: el Parador, precioso hotel desarrollado al estilo español
y con un empaque y señorío notables (y una excelente cocina). Sugiero verlo en
internet para el que tenga interés.
Ambos hoteles están
localizados en una pequeña península, toda ella selvática. No hay muchos
senderos; uno de ellos conduce a una pequeña playa (Biesanz), poco frecuentada
por estar muy a desmano; la playa es excelente y, al estar en una bahía
cerrada, no tiene mucho oleaje y se puede nadar perfectamente. Andar por este sendero resulta muy poco
aburrido, pues yendo pronto por la mañana te ves acompañado por todo género de
animales, en especial monos de cara blanca y titis. Incluso vimos de lejos un
oso hormiguero que no fui capaz de fotografiar, pues se ocultó en cuanto me
vió.
Playa Biesanz
Mono cara blanca
Titis
También visitamos el
PN Manuel Antonio, localizado en otra península muy cercana a la de los dos
hoteles. Allí también tienen una gran oferta faunística, en total libertad,
claro, por lo que hay que ir andando buscando dónde hay una pequeña acumulación
de personas mirando algo. Aparte de monos e iguanas, pudimos ver un perezoso,
madre y niño; la verdad es que es un animal muy curioso con su antifaz en la
cara y su lentitud. Las playas contenidas en el parque es lo más notable, pues
de animales vimos más en el sendero de acceso a la playa que en el propio
parque.
Playa del PN Manuel AntonioPerezoso y su cría
Olé tus ...ones
Contraluz
Playa PN Atardecer
Puestas de sol
PN VOLCÁN POÁS
Tras pasar un par
de días haciendo de Robinsones, ya tocaba empezar a volver a San José para
regresar a España, pero no sin antes visitar el volcán Poás, que, por lo que
pude averiguar previamente al viaje, merecía una visita. No me equivoqué, pues
superó mis expectativas; está a una hora de la capital, cerca de Alajuela; tras
subir en coche hasta los 2700 m, hasta el cráter ya hay que ir andando. De
nuevo tuvimos suerte con la visibilidad; era un día muy claro, siendo muy
normal que esté cubierto por niebla. La vista allí es espectacular, pues de
golpe te encuentras viendo a tus pies un enorme cráter de 1,7 kms. de anchura y
300 metros de profundidad, el mayor cráter de tipo géiser del mundo. En el
centro se ha formado una laguna ácida que cambia de color. Se le ve activo y de
vez en cuando suelta una bocanada de gases, afortunadamente lejos, aunque se
percibe cierto olor a sulfuros. Toda la zona constituye un parque nacional,
bastante antiguo, por cierto, pues data de 1917. En el pasado (1952 y 1957 en
especial) ya se manifestó en varias erupciones relevantes; al revés que el
Arenal, éste parece que está en fase incremento de actividad y que se está
preparando para una nueva erupción. Desde el cráter se puede caminar por otro
sendero, prácticamente cubierto por vegetación, que lleva en ascenso a otro
cráter inactivo inundado por un hermoso lago (Botos).
Cráter principal del volcán PoásLaguna Botos
Dado que ambos
recorridos no son muy largos, nos dejó oportunidad en la misma zona para
visitar una finca zoológica (La Paz, también un lodge) de nuevo con todo género de
animales compartiendo espacio con nosotros, en especial pájaros de todos los
tipos y especies. Es curioso que en breves instantes el tiempo cambió de
sopetón, cubriéndose toda la zona y con lluvia. En el mismo lugar parte un
sendero que lleva a cuatro cataratas consecutivas en un angosto valle, de las
que tres son visitables caminando en descenso acusado; al llegar al final, se
sube de nuevo con un autobús al comienzo. Otro lugar digno de ser visitado,
pese a la lluvia, que también le daba cierto encanto.
CataratasTucán amigable
Jilguero
Mariposas
Colibrí
Carro típico costarricense
En resumen, 10 días de experiencias de "Pura Vida", como suelen decir allí, y que supieron a poco.
KS, Abril 2014.